¿Cómo aplicarla?

1-Define y enfócate en lo que «sí quieres» y no en lo que «no quieres»

El universo no conoce la palabra “no”, y debido a que no hace distinción, atraes lo que no querías en vez de lo que sí querías. Por ello es indispensable que tengas muy claro qué es lo que sí quieres y enfocarte en ello.

Si te digo, por ejemplo, no pienses en perros ¿en qué piensas? ¡En perros, obvio! Tu cerebro automáticamente piensa en perros, porque el cerebro pasa por alto todas las negaciones. Al cerebro no le importa que le digas “no pienses”, ya que inmediatamente “piensa”.

Aquello ocurre no solo con las cosas materiales sino cuando deseas, por ejemplo, una pareja. En este caso, para aplicar la ley de la atracción en el amor, puedes hacer una lista de todas las características que sí deseas que tenga tu pareja sin escribir nada sobre lo que no deseas que tenga aquella persona; es decir, enfócate en que quieres una persona que sea generoso y no en una persona que no sea egoísta.

Si algo malo te ocurre, piensas: no quiero más problemas, no quiero sufrir más, no quiero ganar poco dinero… y lo que estás manifestando con gran convicción son problemas, sufrimientos y escasez.

¿Te das cuenta de la importancia de las palabras y los errores que has estado cometiendo?

Yo misma cometí esta equivocación porque antes tenía claro lo que no quería y utilizaba –lo que llamo- la técnica del descarte (tener claro todo lo que no quiero) para así saber lo que sí quiero. Después comprendí que así no funcionan las cosas, ya que el poder que le damos al “no” es ilusorio, por lo que es mejor hacerlo en positivo basado en lo que sí deseas.

Aquello tomo tiempo porque tuve que conocerme, pero sabía que esa era la única forma de tener claro lo que quería.

Si tú tampoco estás clara, entonces defínete. Toma un tiempo para ti y establece qué es lo que realmente quieres conseguir y cuál es tu sueño n°1.

2-Sé consciente de la calidad de tus pensamientos y sentimientos

Estamos todo el día pensando, pero alguna vez te has preguntado: ¿cómo son tus pensamientos? ¿Sabes si tienes pensamientos de escasez o de abundancia?

Si tomas conciencia sobre lo que piensas podrás darte cuenta si tu pensamiento se basa en el amor o en el miedo. Serás tu propia observadora y tendrás el poder de decidir cuál pensamiento te expande y favorece, y cuál no.

Tus pensamientos y sentimientos están directamente relacionados con tu nivel de vibración; es decir, según cómo piensas y cómo sientes tu frecuencia vibratoria será alta o baja. Dependiendo del nivel que estés vibrando atraerás lo que deseas o no; y mientras más alto sea más factible es que te lleguen todas las oportunidades y las personas que te ayuden a manifestar.

Algunos de los sentimientos y pensamientos que te mantienen vibrando alto son:

La solidaridad (ser generoso).

Agradecer por todo lo que ya tienes y por todo lo que vendrá.

Afirmaciones positivas.

La confianza en uno mismo, en la otra persona y en la vida.

El entusiasmo (mantenerse motivada).

La abundancia.

La paciencia.

Vivir en forma consciente te permite atraer lo que necesitas. Date cuenta de cada acto, cada pensamiento y cada emoción que proyectas, porque eso te devolverá el universo.

3-Siente, visualiza y actúa como si aquello que deseas ya forma parte de tu realidad

 Parte del proceso de manifestación es que vivas tu vida actual como si lo que quieres manifestar ya es una realidad. Vive tu día a día como si aquello que deseas ya está aquí. Siente con todas tus fuerzas y ten la certeza absoluta (sin ninguna duda) que tu deseo se ha cumplido.

Si te sirve de ayuda, imagina que aparece el genio de la lámpara y que por el solo hecho de contarle lo que quieres ya se ha cumplido. Haciendo esto estarás diciéndote a ti misma –y al universo- que eres merecedora y que te permites atraer aquello que quieres.

Actúa, piensa, siente, cree, confía, habla, agradece… haz todo lo que potencie la certeza absoluta de que tu sueño ya se ha hecho realidad.

Cuando me propuse aprobar mi examen de grado sentí que ya era el momento de dar el paso a una nueva etapa de mi vida. Así que -además de estudiar mucho- comencé a visualizar que los profesores me decían que había aprobado y lo contenta que me sentía. Tenía la plena convicción y certeza que ya había aprobado, a pesar que todavía no rendía el examen. Luego de un par de meses rendí el examen de grado y -tal como ya sabía- aprobé.

Lo mismo puedes hacer tú con cualquier cosa que desees manifestar. Visualiza, siente y actúa que así es. Decrétalo.

4-Toma acción

 En el libro “el Secreto” y en la película no mencionan este punto (ni todas las claves que señalo a continuación), sin embargo, es indispensable que actúes para que consigas tu sueño.

No basta con que hagas todo lo ya mencionado, si no pasas a la acción. Es fundamental que hagas un plan de acción que te acerque a tu meta.

En el ejemplo que te di sobre mi examen de grado, si no hubiese estudiado no habría logrado aprobar. No podría pretender que con solo aplicar la ley de la atracción, aunque siguiera al pie de la letra todos los pasos, iba a aprobar. Era indispensable hacer un plan de estudio (pasar a la acción) para lograr aprobar.

Si no actúas tu deseo solo quedará en un lindo sueño que “algún día” cumplirás. Sin acción los sueños no se cumplen. 

5-Disfruta del proceso

 Aprender a soltar el control y no generar expectativas, te mantendrán vibrando alto y alineada a lo que deseas manifestar. Hacer lo contrario provoca que la energía no fluya, produciendo un bloqueo energético.

Sabes que lo conseguirás, pero lo que no sabes es cuándo. Sin embargo, tienes la confianza y la certeza que así será.

Un cambio interno que tuve que hacer (y que sigo haciendo) es disfrutar del proceso. Aquello implica pasarlo bien mientras haces todos los pasos mencionados para manifestar.

No te obsesiones ni te agobies por llegar rápido al destino (conseguir lo que deseas), mejor saborea todo el aprendizaje que trae el camino hacia el objetivo.

Además, no te apegues al resultado. Reemplaza la incertidumbre y el miedo por la confianza en que ya está hecho para ti.

Debe haber un equilibrio entre dejar ir y soltar las expectativas con -al mismo tiempo- trabajar para que tu sueño se haga realidad.

Conecta con el amor y actúa desde ese espacio amoroso de expansión.